Sin duda el comercio electrónico en el mundo, sigue imparable su marcha a consolidarse como un modelo de negocio que le arrebata espacio al tradicional esquema de comprar y vender. Recientes cifras muestran que solo en Colombia el comportamiento de este mecanismo creció un poco más del 40% entre el 2020 y 2021. Y esta tendencia muy difícilmente cambiará, en especial por un entorno nacional e internacional marcado por la incertidumbre geopolítica, las ruptura de las cadenas de suministros, la presencia irrefutable de la tecnología y un consumidor cada vez más familiarizado con esta forma de acceder a los bienes y servicios.
Pero lo que resulta aún más interesante y revelador es que el Comercio Electrónico Transfronterizo-CET (es decir aquel que involucra oferta y/o demanda de un país diferente y cuyos pagos se realizan a través de plataformas especializadas) se está convirtiendo en una verdadera revolución en la manera que se importa o exporta. El mejor ejemplo de lo que esto significa es China, líder indiscutible en este tema y que hoy con más de mil millones de usuarios de internet, alcanza la extraordinaria cifra de casi 300.000 millones de dólares en operaciones impo-expo solo en CET en el 2021.
En ese sentido, se hace casi obligatorio no solo entender como funciona este modelo de negocio, sino buscar la estrategia de como aprovecharlo al máximo en beneficio de un aparato industrial y comercial colombiano y de la región aún anidado en esquemas tradicionales que difícilmente pudieron prever los cambios tecnológicos y de innovación en la forma de hacer negocios. Mecanismos como las Zonas Francas y los Parques Industriales se perfilan como los grandes espacios, que mediante decisiones tanto a nivel legislativo y estratégico, puede convertirse en hubs altamente especializados para no solo almacenar, sino transformar y generar valor agregado a los productos que se comercializan mediante esta vía. De hecho, solo en China existen hoy 132 Zonas Pilotos de Comercio Electrónico Transfronterizo.
Ya sea B2B o B2C*, existe un enorme potencial para los proveedores de servicios logísticos, de transporte, financieros, marketing digital, desarrollo de talento humano, manejo de inventarios y un sin fin de nuevos servicios propios de este mecanismo. Lo que puede representarle a ciudades como Cartagena, un oportunidad inigualable para convertirse en el hub regional Caribe para el CET. Se trata pues de involucrar y apropiar las tendencias mundiales en materia de CET, que sumado al ajuste de la legislación nacional en materia cambiaria, de zonas francas y de exportación e importación , así como el liderazgo de empresarios locales, permitiría perfilar a la ciudad en líder del CET, generando una clara diferenciación y atractividad para las grandes empresas asiáticas, norteamericanas y europeas involucradas en este negocio.
Contenido creado: David Barriga – asiaBconsulting
*B2B (Business to Business), B2C (Business to Consumer)